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Julián Riveros y el potencial de la antropología digital: inteligencia colectiva, gamificación y más

Actualizado: 4 sept 2020



Julián es sociólogo de la Universidad del Rosario, magister en antropología digital del UCL (University College London) y candidato a doctor en antropología de la misma institución. Ha trabajado como investigador y consultor experimentando con nuevas tecnologías y metodologías en proyectos sociales, agencias de publicidad y comunicación.


Antropolab: Para comenzar, cuéntanos un poco sobre ti.


Julián: soy Julián Riveros, estudié sociología en la universidad del Rosario, más o menos hace 10 años. Fue interesante, era una facultad pequeña, todas las humanidades estaban juntas, al inicio no había mucha diferencia entre las carreras de sociología, antropología, historia, hasta que se llegaba a un punto y se separaban.


En el pregrado algunas áreas me parecieron interesantes, particularmente la antropología visual. También tuve algunos profesores que involucraban la tecnología en el aula, esas fueron mis primeras aproximaciones con software para análisis cualitativos, cuantitativos y en visualización de datos.


Mi primer empleo fue lo que se esperaba, en evaluación de proyectos sociales. Se acabó el proyecto y empecé a trabajar en una agencia de medios, algo que para mí era completamente desconocido. Aprendí que había una demanda grande de investigación, por entender qué hacen los humanos en aspectos del consumo, la comunicación y otras cosas que no necesariamente aprendemos en la universidad.


En ese momento se empezó hablar de transformación digital, pero no era nada claro a qué se referían. En ese momento me decidí: “lo mío es lo digital más que lo visual”. Vi la maestría en antropología digital en el UCL liderada por Daniel Miller, uno de los pioneros mundiales en antropología digital . Él es un gran referente, para mi era la oportunidad de ser pupilo de él, y conocer un modelo diferente de educación, un modelo en el cual la antropología ha conquistado espacios no académicos, diferente a lo que pasa en Colombia.


Antropolab: ¿Podrías contarnos un poco más tu experiencia en la maestría?


Julián: Allá hay muchas personas trabajando en el área de diseño, UX y en entidades públicas diseñando servicios. Aplicando enfoques y teorías diferentes, eso me pareció cautivador. Nuestra antropología es doméstica, por nuestro contexto histórico y social tenemos unas prioridades específicas, un foco social e interesada en los grupos étnicos. MIentras que allá terminé en un departamento de cultura material, teóricamente fueron cosas completamente diferentes, empezar a considerar por ejemplo las relaciones multiespecie y las relaciones entre humanos y no humanos.



En la academia colombiana tenemos una manera muy tosca de relacionarnos con la industria. Mientras que allá hay mucho networking, teníamos eventos y nuestros propios profesores nos presentaban a posibles empleadores, también porque l- os profesores tenían experiencia en el mundo laboral, no solo en el académico. Además, todos los miércoles teníamos una charla que se llamaba “antropología en el mundo real”, traían egresados de la escuelas y otras universidades para que contaran sobre su experiencia: había gente trabajando en salud, con el gobierno, trabajando en think thanks, o en NESTA UK*, en fin, aplicando el conocimiento en diferentes industrias.


Antropolab: ¿alguna iniciativa en particular te llamó la atención?


Julián: Uno de los temas interesantes que conocí muy de cerca, porque lo dirigiría mi supervisora de tesis Stefana Broadbent, era un trabajo con NESTA sobre cognición distribuida e inteligencia colectiva. Era sobre cómo la inteligencia humana se coordina y amplifica con tecnologías digitales, y cómo transformar ese conocimiento en política pública.


En Colombia he podido hacer algunas iniciativas de este tipo, con empresas de big data, machine learning e internet of things, pero aquí funcionan como proyectos pilotos, pequeñas experiencias, no algo masivo y replicable.


Antropolab: en una frase, ¿qué hace un antropólogo digital?


Julián: Estudiamos cómo la tecnología digital cambia a la gente, y cómo la gente cambia a las tecnologías digitales.


Antropolab: ¿Cuáles son los retos de la antropología para trabajar en estos temas?


Julián: Lo primero es entender que el campo de acción de la antropología es mucho más amplio de lo que nos han dicho. Segundo, creo que los profesores también deben actualizarse y aprender de otras áreas. Lo tercero, la industria de a pocos está aceptando que nosotros también podemos contribuir. En Colombia por el conflicto armado y la propia historia, se ha señalado que unas personas y disciplinas pueden participar legítimamente en la industria mientras que otras no, eso hay que cambiarlo. Hace 10 años, 2010, me encontraba con comentarios terribles en las entrevistas, había mucho estigma por ser sociólogo.


Antropolab: y luego de la maestría ¿en qué seguiste?


Julián: Trabajé un tiempo en una ONG en Inglaterra cuando estaba empezando lo del BREXIT, la ONG atendía migrantes de América Latina y de África, era un trabajo de comunicación con la ONU, el objetivo era mostrar que los migrantes aportan mucho al país. Organizamos una campaña que utilizaba un maletín, el maletín era lo que traían los migrantes y cómo enriquecía a Inglaterra. Por ejemplo, un migrante trajo un Corán y decía que era parte del multiculturalismo del que se aprecian los ingleses.


Luego volví a Colombia, trabajé con Ingenieros Sin Fronteras, era un proyecto sobre conservación de recursos hídricos en el Guavio que involucraba internet de las cosas, gamificación y UX. Supuestamente había infraestructura digital, pero la verdad no tenían internet, entonces diseñamos un juego “La liga del agua”, en el que los chicos de varios colegios podían participar con mensajes de texto. Era una plataforma de información qué les decía a los chicos cómo iban mejorando su manejo del agua, cómo tener un uso más eficiente. Era bajo la misma lógica de Nesta, un sistema de información que centralizaba esfuerzos individuales, claro, en una escala pequeña.



Antropolab: y ¿cuándo tomaste la decisión de hacer el doctorado?.


Julián: Creo que siempre quise hacer el doctorado, pero para nosotros en Latinoamérica y en Colombia es más difícil. La edad promedio de los estudiantes extranjeros en Inglaterra es como 30 años, mientras que británicos u otros europeos es de 24 años, en gran parte porque en Colombia no hay mucha oferta y hay problemas de financiación.



Ahora mi foco ha cambiado, pero el elemento digital sigue presente, estoy centrando en cuestiones de desarrollo y migraciones, trabajo con comunidades virtuales y utilizando métodos digitales. Estoy en tercer año cerrando el trabajo de campo, que por la pandemia se volvió 100% digital, entonces estoy explorando y experimentando con metodologías.


El principal reto es ético, más que metodológico, es difícil por ejemplo los temas de consentimiento informado, sería muy fácil ser un “simple fantasma” pasivo que va recopilando la información, es un debate ético. Mi proyecto es sobre cómo una comunidad de colombianos migrantes utiliza tecnologías digitales, mezclándolo con el concepto de “estar bien” y las teoría desarrollo alternativo con comunidades afro del Pacífico que migraron a Antofagasta, Chile.


Lo interesante, es que se tratan de “vidas transnacionales” mediadas por el internet, estas personas usan TikTok, Facebook y Whatsapp, como espacios de construcción de comunidad y de debates políticos. Internet es un lugar donde construyen cosas propias, que les da una voz y un alcance que antes no tenían.


Antropolab: ¿Qué consejos le darías a personas que quieren explorar y trabajar en tu campo?


Julián: El primer punto, sobre todo cuando estás migrando de una academia colombiana a trabajar en la industria, es la ética, preguntarse si tu visión está alineada con esas empresas, para mí ese fue el primer choque ético. Creo que nosotros podemos aportar sobre business ethics, no solamente conocimiento del consumidor o usuario, también cómo hacer negocios de manera ética.


Lo segundo, no tener miedo a experimentar. La academia, en particular la colombiana, es bastante conservadora,no es el mejor espacio para experimentar con metodologías. En la industria yo encontré que me permitían hacer esas cosas, el proceso de análisis y planeación, es muy corto, pero lo que se puede hacer en experimentación es enorme, en las empresas hay mucha más libertad.


Además, este es un tercer punto, son mucho más tolerantes al fracaso. Cuando estás innovando y probando cosas diferentes hay un margen de incertidumbre grande, y es interesante trabajar en ese marco de incertidumbre. Eso no es bien visto en la academia, no hay espacio para ensayar cosas.


Antropolab: Para terminar, ¿Cómo ves el futuro de la antropología? y ¿Cómo te ves a ti mismo?


Julián: Nosotros seguimos estudiando los mismos temas de hace 100 años. Para entender sobre nuevos temas, debemos explorar nuevas estas metodologías de otras disciplinas, por ejemplo el design thinking, scenario thinking, la innovación y de los negocios, son cosas complementarias.


Descubrí que me gusta ser consultor, particularmente en negocios y digitalización, yo hago investigación aplicada, la investigación es la base de todo, para diseñar un producto, un juego, para todo. Entonces me veo con un pie dentro de la academia, solo un pie porque es conservadora, y el otro pie en la industria, solo uno, porque a veces no es reflexiva. Voy a seguir un poco allí y un poco allá.



*NESTA UK: es una organización pública que impulsa la innovación en UK https://www.nesta.org.uk/about-us/


Para conocer más sobre Julián:


- Documental Corto sobre Humanidad Aumentada y agencia algoritmica: https://www.antropomedia.academy/humanidad-aumentada

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